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¿Por qué las chicas dominantes en la calle, quieren ser sumisas en la cama?

manipulate-sexPasa con frecuencia, una mujer dominante en la calle: trabajadora o estudiosa, que saca sus proyectos adelante, que dirige las riendas de su vida profesional y académica, inteligente y creativa, se vuelve una gatita inofensiva en la cama.

Yo misma me he preguntado eso muchas veces, además, mis relatos están plagados justamente de eso y me he preguntado como yo, siendo una mujer feminista, dura, trabajadora, que tengo muy claro lo que quiero, en la intimidad de mi alcoba no quiero ser quien tenga el control de nada.

Con frecuencia me dicen que flaco favor le hago a la mujer con mis relatos, o que sí me va el rollo «50 Sombras de Grey«, o que sí en realidad voy de durita pero es una fachada y que soy una débil. NO, NO Y NO! Eso es triste, amichis, eso duele, ahí, en nuestro corazoncito de mujer fatal, que pequeñito y duro sí, ¡pero tenemos! Es no entender para nada nuestros anhelos y deseos más profundos y oscuros. Y siempre hay alguien que usa eso a su favor: por favor, una mujer libre en plena revolución sexual, no puede permitirse eso. Y no, no, eso no es así y no se puede permitir.

Es justamente al contrario, nadie, NADIE, puede hacerte sentir avergonzada de tus fantasías; y mucho menos en nombre del feminismo!

Estaba leyendo el artículo [Why Dominant Women In The Streets Are Often Submissive In The Sheets] y me ha parecido muy interesante. La traducción del título viene a ser: «Por qué las mujeres dominantes en las calles, son frecuentemente sumisas entre las sábanas«.

Como muy bien dice el artículo, las mujeres buscamos una pareja inteligente, con la que tengamos plena confianza y complicidad para confesar nuestras fantasías más oscuras y perversas, y que él entre al trapo y nos dé lo que queremos satisfaciendo todas nuestras necesidades. Que al final del día, agotadas de batallar contra un mundo duro, salvaje y cruel, tome las riendas y la iniciativa, y nos haga sentirnos queridas y deseadas, que nos empotre sin piedad y nos libere de todas las tensiones: a veces ser una gatita y otras veces una leona que entre al juego.

La diferencia esencial entre una mujer libre, dura, luchadora y trabajadora, es que tiene muy claro que quiere eso y lo busca. En cambio una mujer frágil, machista, sin demasiada ambición profesional en la vida, que nunca ha tomado las riendas de su sexualidad y lo peor, tampoco se ha hecho preguntas de como le gusta o no le gusta. Es que esto (aunque en una versión más light y sosainas) le es impuesto y le da igual, todo le parece bien.

Así que queridas lectoras, y lectores que se hayan acercado a este blog interesados un poco más por las inquietudes y fantasías femeninas (os felicito, no todos los hombres están a la altura o son suficientemente inteligentes para eso), os dejo con una frase de Cristina Arjona.

«Si ni te quiere, ni te empotra, que se lo quede OTRA»